Córdoba

Un día que nunca olvidaremos es cuando fuimos Vaya Pandilla de excursión a Córdoba. Adela, Raya, Carlota, David y yo, Miguel, estábamos a las 9 en la estación de autobuses para coger el autobús que nos llevaría a la capital. El día fue genial y fuimos a muchos sitios como el parque de los patos, la plaza de las Tendillas, la plaza de Capuchinos...Cuando entré en el Centro Comercial, me dio un infarto. Todas las tiendas a nuestra disposición. Breshka, Springfield, Zara...! Madre mía. Como es típido de Vaya Pandilla liarla a donde quiera que va, entramos con ropa en los probadores y nos echamos fotos. Algunos nos pillaron pero otros ni se dieron cuenta. ¡La culpa la tenía el flash! A comer fuimos al Arcángel, al Pans & Company. Yo me pedí un serranito que estaba de lujo. Conocimos debajo del puente romano a un chico argentino que estaba estudiando para ser director de cine! Le pedimos su msn y su facebook jaja. ¡Hasta nos metimos en el río que nos llevaba la corriente! Ya por la judería, mis queridos amigos decentes empezaron a mangar postales de las tiendas. Siempre dando la nota. En la mezquita entramos gratis pues somos cordobeses y enseñando el DNI puedes visitarla. Raya iba haciendo de guía.

Una de las visitas que más me gusto fue a la plaza de Capuchinos donde nos encontramos con el Cristo de los Faroles y la Iglesia Hospital de San Jacinto. Nos hicimos muchas fotos y le dijimos a un hombre que nos hiciera una foto junto al Cristo todos juntos. También fuimos a otra iglesia que estaba abierta, San Nicolás de la Villa, donde estaba el Cristo de la Sentencia y la Virgen de Gracia y Amparo. Yo y Adela nos quisimos adentrar en Santa Marina pero los otros estaban muertos de hambre, asi que nos fuimos directamente a almorzar al Arcángel. Ni Maite ni Belén vinieron. A Maite no la dejaban sus padres y Belén estaba enferma. Al llegar a Montilla estábamos todos muy cansados (habíamos dado el cante en el autobús) y lo más gracioso de todo es que al recogernos, empezó a llover. Fue una tormenta corta pues no duró mucho tiempo. Ese día salía la Virgen de Belén pero estábamos demasiado cansados para ver la procesión y encima, lloviendo. Total, fue un día genial, interesante y divertido y no faltaron las aventuras de VAYA PANDILLA!