lunes, 18 de octubre de 2010

El corazón de un hombre

Adiós.

Y aquí acaba todo. Desde el primer momento en el que te ví, desde el primer momento en el que oí tu voz...Ya no puedo más. Nunca estarás en mis brazos, nunca te podré besar, nunca te podré oír de nuevo. Es lo mejor para mí, no me conviene enamorarme porque simplemente, no estamos hechos uno para el otro. Lo he pasado muy bien viéndote reír. Sé feliz, ya que a mi me costará volver a serlo durante un tiempo. No quiero perder ninguna lágrima por ti, no quiero sufrir por ti. No vale la pena pasarlo mal cuando tu nunca vas a estar conmigo, cuando nunca podré oler tu perfume a rosas. Mucha gente opina que el corazón de un hombre está lleno de telarañas y está vacío como un pozo sin fondo. No es así. El corazón de un hombre es tan importante como el de la mujer. Forma parte de aquello que llamamos ''amor''. Ahora, solo me queda pedirte una cosa. Nunca te vengas abajo. Eres fuerte como las olas cuando rompen contra las rocas, como un pétalo lleno de rocío en una flor. Si sonríes, me alegras la vida. Si entristeces, me hundes en la pena. Me quedo con tu recuerdo, un capricho que no sé si llegó a ser algo más. Quizás, si el tren todavía no ha partido, podrás cogerlo a tiempo. Te deseo lo mejor en la vida, porque se te vé genial. Adiós amanecer de cada día, adiós perlas blancas como la cal, adiós tierna y dulce mirada.

2 comentarios:

  1. ¡Que bonito y triste a la vez!
    Nunca, nunca se debe decir adiós, si no un simple y acalorado hasta luego.Y nunca estar triste por amor, por que la vida da muchas vuelta.
    No sufras, no estes triste, por que yo solo quiero verte feliz.
    Tequiero!*

    ResponderEliminar