Habrá días buenos y días malos. Habrá días en los que no tendrás ánimo para nada, y otros días en los que saltarás de alegría como un loco. Y habrá días en los que no serás tú. Pero a pesar de tus cambios de humor, hay algo que se mantiene invariable: la ilusión de un niño. Hoy es día 6, Día de Reyes. Da igual que pienses, a tu edad, que los Reyes Magos no existen. Da igual que pienses que la inocencia de un niño no se puede defender contra dichas afirmaciones. Lo que importa es que él es feliz creyendo. Hoy he aprendido una gran lección, y es que si crees en lo imposible, puede que no lo sea tanto, porque eres feliz creyéndolo. Los niños creen en estos personajes porque los sienten de verdad y están llenos de ilusión por ver los regalos debajo del árbol. Es la ilusión y la alegría que los niños ponen en verlos, que forjan la propia tradición y felicidad de todos los de su alrededor. Y eso es lo que les hace feliz a los suyos. Por mi parte, la ilusión y la propia sonrisa de un niño, es lo más inocente, puro y bonito del mundo.
¡Los Reyes de Oriente están en crisis! Y por eso, su cabalgata cordobesa no ha tenido mucho arte, pero ha estado bien. Al igual que el alumbrado, da mucho que desear, puesto que las dos cosas han estado mejores años anteriores. ¡Pero la alegría, la ilusión y los regalos tapan esos agujerillos!
Feliz Día de Reyes, y ojalá que no os regalen nada carbón...
Y hablando de Reyes, ¿cuantas veces fue a saltar Baltasar y se cayó?
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