Y es que lo que no se vea ya por la calle...o debo de decir...¿en los tejados? Y es que en la mañana del 24 de octubre de 2012, concretamente sobre las 9 de la mañana, un individuo de género femenino se ha apoderado del tejado de su comunidad para dejarlo limpio. Seguramente a la pobre mujer le daba cosa dejar la suciedad que había dejado la lluvia en los caños del tejado. Es fantástico que se preocupe por el medio ambiente y por la salud de sus vecinos...¡pero que no barra la caca y la tire a la calle! Imaginaos que pasa una ancianita de pronto por la acera y le llega a ella toda la mercancía. Pagaría por ver la cara de nuestra heroína de los tejados al ver su maléfico acto. Este personaje, que además iba descalza con el riesgo de electrocutarse con los cables mojados del tejado, salió a hacer lo que fuera que estuviese haciendo hasta tres veces. Se ve que la mujer no se vio contenta con el resultado en la primera vez y le gustó tanto apoderarse del tejado que decidió repetir. Generalizando, estuvo desde las 9 de la mañana hasta las 10, entre salida y entrada al tejado.
Lo más gracioso de todo es que cuando veía que la gente la miraba, hacía un gesto de silencio con el dedo para que se callaran. Lo que ella no sabía es que a escasos metros, en mi instituto, todos los alumnos estaban más pendientes de reírse de sus locuras que de atender a latín. Pero, ¿y a quién se le ocurre ponerse a barrer el tejado corriendo el riesgo de convertirte en papilla de Spiderman? A veces, pocas la verdad, se ponía de rodillas o sentada y parecía que se iba a caer. Supongo que quería limpiar los caños más profundamente. Por suerte o por desgracia, la policía no apareció, ni la televisión municipal. Aunque sí lo hicieron los profesores de mi instituto, que por lo que vi, intentaron advertirle del peligro que corría.
Tras la voz de alarma que se dio en el centro, todos los alumnos corrieron a ver lo que hacía esta mujer en el cambio de clase, ya que durante la asignatura anterior estaban todos mirando por la ventana. Por los pasillos no se comentaba otra cosa y la verdad, poca gente había en él, porque todos estaban viendo a nuestra mujer araña, que con valentía y preocupación por su delicado tejado, se había lanzado a conquistar el corazón de su más fiel compañera escoba.
A continuación, dejo algunas fotos más sobre Lady Spiderman:
Informa, un servidor: testigo del arrebato de esta mujer.