miércoles, 26 de octubre de 2011

Final Feliz


Ni yo me podía imaginar lo que pasaría aquel día. Fui, por unos instantes, el hombre más feliz que ha existido sobre la faz de la tierra. Puse a todo volumen 'You and I' y me puse a bailar como un loco en mi habitación, sin miedo a que los vecinos y mi propia familia me escuchara. Me daba igual hacer el ridículo; solo estaba feliz porque habíamos arreglado las cosas. Hace casi tres años que la cosa se torció y que quedamos como eternos enemigos, por mi parte, dolido. Quién iba a decir que todo este tiempo que ha pasado ha sido una experiencia dolorosa pero didáctica. Después de tantos y tantos meses, por fin le di la oportunidad de poder explicar lo que pasó. Y fue entonces cuando descubrí la verdad, una verdad que trató de decírmela desde un principio pero que yo se la negué en varias ocasiones. Y es así como nos damos cuenta de que los finales felices existen, que cuando terminan los cuentos siempre hay algo que recordar y por lo que alegrarse. Toda historia, relato o experiencia siempre tiene su final (aunque la mayoría de las veces sea trágico). Me alegro de recuperar a una amiga, que jamás nunca perderé, porque ya no soy el chico tonto de 2008. Ahora soy el chico listo de 2011 y no me la volverán a jugar. Cuidaré mi corazón y mis sentimientos. Y sobre todo, a mis verdaderos amigos.

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