viernes, 28 de septiembre de 2012

Los siete pecados capitales... ¡al descubierto!


Bueno, bueno, bueno. Tenía ganas de dedicarles una entrada a los magníficos pecados capitales, a los que yo siempre les estoy haciendo homenajes, porque me parece un tipo de simbología y alegoría estupenda. Seguro que has oído hablar a los sacerdotes o incluso a tu abuela que quién comete un pecado de estos va derechito al infierno. Pues bien, se supone que estos son los pecados más ''pecadísimos'' del mundo mundial; son siete: la vanidad, la gula, la avaricia, la pereza, la envidia, la ira y la lujuria. ¿A qué no sabes que leyendas esconden?

Retrocedamos en el tiempo...
Según Santo Tomás de Aquino, estos vicios son los culpables de que se cometan los demás pecados, pues todos estos derivan de ellos. A los primeros cristianos se les enseñaba a no pecar con estos infortunios; pero claro, todos somos humanos; todos somos pecadores, y todos iremos al infierno por malos. La lista de los siete pecados capitales se han ido modificado a lo largo de los siglos y finalmente, han quedado reducido al número que conocemos hoy en día.

La vanidad
              ''Ningún vanidoso siente celos.'' (Jacinto Benavente)
No es un pecado que yo suela utilizar mucho, pero parece que algunas personas se lo toman al pie de la letra. Siempre en la sociedad se ha mal visto el ir creyéndose superior a los demás. Tópicos como 'que creído se lo tiene' o 'no tiene abuela' han inundado nuestros pensamientos pecadores durante las diferentes etapas de nuestra vida. El 'vanidoso' siempre ha sido criticado y maldecido, objeto de burlas y desilusiones. Pero la verdad es que todos tenemos una pizca de orgullo en nuestro interior, que nos hace actuar mal y llevarnos el chasco de nuestra vida, como perder una amistad.

La gula
          ''Dios nos envía los alimentos y el demonio, los cocineros.'' (Thomas Deloney)
Nuestra querida gula, el pecado capital más dulce de todos. Cierto es que comer demasiado provoca dolor de barriga, lo que se le suele conocer como empacho o sentirse lleno. Es que claro, el estómago tiene un límite...¡aunque algunos no lo respetan, ya que son capaces de comerse hasta un tranvía! Comer no es malo, al contrario, si no comemos, nos morimos, y si nos morimos vamos al infierno por pecadores. Lo que de verdad hay que tener en cuenta es la cantidad que nos zampamos, ya que podemos terminar en el hospital o en el gimnasio (y esto último es un coñazo lujo, doy fe...)

La avaricia 
            ''Al pobre le faltan muchas cosas. Al avaro, todas.'' (Publio Siro)
¡DINERO! ¡JOYAS! ¡UN DESCAPOTABLE! ¡UNA TELEVISIÓN DE PLASMA! ¡UN CABALLO! Bueno, no está mal...pero el problema es...¿tendrás dinero para todo eso? Es cierto que la avaricia es un ''pecado'' que siempre tiene ganas de MÁS Y MÁS Y MÁS Y MÁS...y es posiblemente el vicio que más nos perjudique a la hora de controlar nuestra vida. Como dice el dicho ''la avaricia rompe el saco'', así que es mejor ser humilde y desear pocas cosas para vivir mejor.

La pereza
           ''El que todo aplaza, no dejará nada concluido ni perfecto.'' (D. de Abdera)
Mi pecado favorito. Sí, lo admito, soy un poquitín perezoso. Pero oye, tampoco es tan malo. A veces las cosas salen mejor si lo dejas para último momento. Vale, salen peor. Lo cierto es que se puede ser perezoso de muchas maneras. Yo, por ejemplo, prefiero ser perezoso cuando llego a mi casa y tengo muchas cosas que hacer. Seguramente la mejor opción es ponerse a hacerlas cuanto antes. Aunque mi cerebro, que es mucho más listo, elige la opción definitiva: tumbarse en la cama y dormir hasta que La Luna baje a La Tierra. Las personas responsables y trabajadores, e incluso las nerviosas e hiperactivas, odian la pereza, ya que la consideran una aberración a la humanidad y un insulto zzz...al tiempo...zzz.

La envidia
          ''El silencio del envidioso está lleno de ruidos.'' (Khalil Gibran)
¿Te has comprado el nuevo disco de Justin Bieber y yo no? ¡Pues ojalá te lo tragues! ¿Te has hecho la depilación láser y yo no? Ojalá salga tu cuerpo ardiendo y te pille un camión cisterna. En fin...múltiples ejemplos de envidia que rondan por nuestro mundo se hacen notar cada vez más y más. La envidia es el pecado capital más peligroso y el que más daño hace. Es como morir mientras se está viviendo. Es como si tuviéramos un álter ego que no somos nosotros pero que quisiéramos ser. Mucha gente, sobre todo adolescentes, usa este vicio constantemente, pues hasta la madurez hay un largo camino...

La ira
       ''La ira es una locura de corta duración.'' (Q.Horacio Flaco)
La ira, ese pecado que nos hace enloquecer como perros rabiosos. Enfadarse a veces sirve de mucho (como tu madre cuando se pone de los nervios) y a veces de poco (cuando cortas con la novia/o). Pero claro, ¿qué sería el mundo de los pecadores sin un arrebato de furia? ¡Pues nada! El ser humano necesita desahogarse, gritar a los cuatro vientos que está hasta los cojones de todo. Si hace falta enfadarse con alguien porque ha hecho algo mal, pues se enfada uno. Y que yo sepa, eso no es pecado, sino justicia. Aunque he de admitir que la ira por tonterías no lleva a ninguna parte. Bueno sí, a la soledad.

La lujuria
      ''El sexo no es una historia para contarla, hay que vivirla.'' (Popular)
El terror de la Iglesia: EL SEXO Y LA PASIÓN. ¡Pues gracias a él están en este mundo, porque gracias al coito de sus padres viven! La lujuria, los placeres, el sexo y la pasión tiene que dejar de ser un tema tabú. Los padres deben informar a sus hijos y éstos a los suyos. También en la escuela se tiene que hablar de sexo con una perfecta naturalidad, porque no tiene nada de malo. ¿Por qué nos asusta lo que nos dio la vida? Es de lo más puro, natural. Pero parece que los curitas lo tienen prohibido, y que yo sepa no ha venido Dios aquí a decirles que follen o no. ¡Es una necesidad del ser humano!