Contigo
********
Da igual lo que sea,
cualquier cosa,
siempre estaré contigo.
Si tu piensas, si tu ves,
yo pienso contigo, yo veo contigo.
Si tu ríes, si tu lloras,
yo río contigo, yo lloro contigo.
Si estás herido,
yo sufriré contigo.
Si bailas, cantas y saltas,
yo bailaré, cantaré y saltaré contigo.
Porque eres importante, eres especial.
Si tu mueres,
muero contigo.
Si tu vas al fin del mundo para no volver,
yo voy contigo.
Juntos,
hasta el final.
Cada atardecer
**************
Aún recuerdo aquellos días,
en los que tu y yo paseábamos.
Días de calor, frío y viento.
Contemplábamos los atardeceres,
y despedíamos al Sol,
y saludábamos a la Luna.
Nuestros ojos brillaban al crepúsculo,
y el tiempo se pasaba como golondrinas por el cielo.
Creías que solo te apreciaba como una gran amiga...
pero el destino tenía otros planes.
Realmente sufría,
sufría por no ser algo más para ti.
Si así lo quiere el tiempo,
me conformaré con verte cada puesta de sol,
como siempre lo he hecho.
Tu boca es mi sentencia,
y si la vida he de poner en riesgo alguna vez,
que sea por amor,
no por lo que yo quiera.
Amor de madre
**************
Entré en la habitación,
te ví, la ví.
Habías nacido días antes
y estabas precioso.
Tu madre te sostenía en sus manos,
te acariciaba con dulzura,
con ternura y amor.
El ruido del hospital
no te había afectado para nada.
Después de que tu madre te dejara
en tu curiosa cuna,
giraste la cabeza, el cuerpo,
y cerraste tus pequeñitos ojos.
Me llené de emoción al caminar
por la habitación observádote.
Aunque no eras mi hijo,
ya te quería mucho.
Dar la vida a un ser es
bonito, hermoso.
Y luego tu cuerpo diminuto
y frágil se desvaneció entre
las blancas sábanas de la cuna,
arropándote y dándote el calor
que tu madre te daría minutos después,
cuando te cogiera y te besara en la frente,
demostrando su ternura y amor por ti.
Autor : Miguel Lucena.